27 de septiembre de 2008

CUANDO LLUEVE EN MI PUEBLO

La lluvia no ha impedido mi paseo diario cerca del mar. Y mientras caminaba iba recordando que de siempre tuve esa costumbre –ponerme chorreando observando las olas-, igual que no cambian los torrentes por las calles que bajan hacia la playa, levantando tapas de alcantarillas y arquetas de saneamiento, creando fuentes provisionales por doquier.

Como técnico proyectista que soy, y estudioso meticuloso del saneamiento en los trabajos que se me encargan, sigo sin comprender por qué desde que tengo uso de razón -hace ya unas pocas de décadas de ésto-, cada vez que tengo que atravesar
ciertas calles, me tengo que mojar por encima de los tobillos. Sin ir más lejos, el otro día, llevando a mi hijo al colegio, al cruzar la calle Colón me mojé hasta la mitad de las pantorrillas; me decía una y otra vez si tan difícil le resulta al personal instalar alguna rejilla más de lado a lado de la calle, lo suficientemente ancha como para absorber el caudal que viene desde el campo de fútbol, canalizarla con uno o dos tubos generosos en cuanto a diámetro, y llevar ese agua pluvial hasta la misma playa, sin reventar por el camino las arquetas de saneamiento. Y no se trata de un problemilla, se trata de un problemón para algunas personas que llegan a caerse e incluso ser arrastradas por la corriente. Claro, que también hay que mantener limpio el sistema de alcantarillado, porque si las alcantarillas están llenas de barro, arenas y otros sólidos, hasta la misma tapa, pues mal andamos.

Ya digo que este problema lo recuerdo desde niño, desde entonces ha llovido mucho, nos han gobernado varios alcaldes, de distintos partidos, y esto sigue igual. Menos mal que no nos llueve con excesiva frecuencia, que si no, me vería tentado a instalar una balsa atada a una cuerda entre árbol y árbol de aceras opuestas para ganarme la vida cruzando a las madres y padres con sus niños camino del colegio.

Órfilo M. Aranda.

23 de septiembre de 2008

EVO MORALES

Para intentar comprender cuanto esta sucediendo últimamente en Bolivia no vendría mal reflexionar sobre las determinados hitos históricos bolivianos que de alguna forma condicionaron a la sociedad boliviana.Por su importancia habría que tomar en consideración la guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia (1932-1935). Una cruenta contienda que enfrentó a ambos países en un territorio inhóspito y cruel en el que murieron 45.000 bolivianos gran parte de ellos por la carencia de agua. La sed fue uno de los principales protagonistas. Por parte boliviana fueron movilizados hombres de diversas culturas y etnias sin distinción.Aymaras y quechuas lucharon por un lejano y desconocido retazo de su patria que se les inculcó, les pertenecía. Las consecuencias para Bolivia fueron de diversa índole, algunas de ellas de gran importancia. Citaré alguna de ellas:- Se desterraron en gran parte las corrientes regionalistas en el país.- El resurgimiento de los partidos políticos. Lo que pudo haber significado un definitivo avance en lo político, social y económico quedó desgraciadamente en meros intentos al haberse perdido la oportunidad de integrar todos los bolivianos en una conciencia nacional sin discriminaciones étnicas o sociales. Al finalizar la guerra, con el consiguiente agotamiento militar y críticas a la clase gobernante, el mantenimiento de la oligarquía de los terratenientes y los barones del estaño. surge una serie de movimientos nacionalistas para acabar con dicha situación. Suceden cambios políticos de diversas iniciativas muy contradictorias. Y eso es así hasta la llegada del MNR, Movimiento Nacionalista Revolucionario el año 1952 que forja una alianza entre la clase media y sectores obreros. Se realizan toman importantes medidas: reforma agraria, sufragio universal, nacionalización de las minas de estaño entre otras de carácter económico y social. El MNR sufrió diversos cambios de actitud desde ser un partido nacionalista en su fundación a un partido de izquierdas y finalmente de centro derecha. Estos dos acontecimientos, Guerra del Chaco ( 1932-1935) y llegada del MNR (1952) ignoraron la sufrida y pobre realidad de la mayoritaria población indígena. La llegada de Evo Morales (2006) marca un nuevo hito en la historia boliviana. Se abre una vez más un período incierto lleno de luces y sombras. ¿Populismo, indigenismo? De encontradas divisiones de opinión azuzadas por el estigma de la globalización. ¿Perderá, Bolivia, una vez más la oportunidad histórica que se le presenta? Bolivia puede ser considerada en estos momentos el crisol en el que se haga realidad el sueño de Simón Bolivar. Sigamos con interés cuanto sucede.

Arturo Reque Cereijo

22 de septiembre de 2008

CADA ESTACION CON SU RECUERDO


Me siento muy feliz de que hayamos llegado a la visita número 1000, y espero que la frecuencia continúe por lo menos en el mismo orden. He pensado que por edad, soy ya como una reliquia viva de los avatares de Marbella (exagerando un poco, nací a mediados de los años cuarenta...) y por ello, he decidido traer a estas páginas el recuerdo de cómo se vivían las estaciones en mi época, de lo diferente que eran para los que en aquellos tiempos habitábamos al ciudad. Por ejemplo, en septiembre o quizás entonces era en octubre, volvíamos al colegio. Entonces no había la variedad que tienen los padres hoy a la hora de llevar a los suyos, ni tampoco los problemas que eso acarrea. Sólo existían en los años cincuenta tres profesoras para niñas (la enseñanza no era, por supuesto compartida entre niños y niñas ), que eran, doña Carola Luque, profesora de la escuela unitaria nº 1, cita en la calle Apartada –lindando con lo que hoy es el Bar Altamirano-, escuela a la que asistíamos las niñas que vivíamos en el centro, servidora entre ellas, doña Paquita Carrillo, cuya escuela estaba en la actual calle Miguel Cano, y doña Pepita Cano, creo que en la Huerta Chica. Para niños estaban don José Rivera, en la misma calle Apartada, pero en la parte de abajo, don José Molina, don José Alcalá, y don Antonio Duarte. La enseñanza sí era casi idéntica para todos puesto que venía regida por los principios que formaban el llamado Movimiento Nacional, especie de partido único que era el aglutinador de las doctrinas del franquismo y la Iglesia. Las niñas vestíamos un babero blanco con cuello bajo el que nos ponían un gran lazo rojo. Cada mañana, en el patio formábamos una fila antes de subir a clase, y cantábamos con el brazo en alto el famosísimo “Cara al Sol”, seguido de las tradicionales vivas a España y el Generalísimo. A continuación doña Carola nos hacía subir y empezaba un día de clase, en el que si mal no recuerdo se empezaba con un dictado, seguido de la explicación del tema del día, con especial atención a la Historia Sagrada, un problema matemático y al final las clases de labores, en las que le ayudaban su hija Carolita (con posterioridad casada con Antonio Herrero, extraordinario periodista, y padre del trágicamente desaparecido periodista de prensa y radio del mismo nombre)y otras chicas mayores, como Pepita Ramírez. Doña Carola, de quien escribí una corta semblanza en un periódico local, fue una persona de fuerte personalidad, con carácter autoritario, como pedía el momento para un enseñante, gran belleza y elegancia que impregnaba el colegio de un aire muy personal, producto de lo que hoy, seguramente se llamaría “carisma”, aunque entonces era el resultado de una mezcla entre el miedo y la admiración. La forma, como ya saben era esencialmente memorística, desde las tablas de multiplicar cantadas hasta la lista de los reyes Godos. No faltaba la palmeta como castigo. Recuerdo con cariño sus célebres “belenes”, que debíamos realizar entre todas las niñas, aportando, por ejemplo, desde figuritas hasta musgo y cañaveras que cogíamos en la Barbacana, al borde del río que pasaba por allí, y que hoy es la Avenida Nabeu. Igualmente hacíamos una Cruz de mayo, cada tres de ese mes, con sus escaloncitos llenos de candelabros, figuras religiosas, estampitas idem y en el suelo matranto, junto a las cañaveras a cada lado. Doña Carola nos llevaba de excursión al acabar el curso a la zona de pinares de “Casablanca”, por entonces virgen de cemento, y allí pasábamos el día entre los pinos y la playa, cada grupo dando forma a su “recinto” de forma distinta, para acabar con una gran rifa de objetos curiosos, como el que me tocó en una de ellas, un cuadrito enmarcado del Niño Jesús de Praga, al que nuestra profesora profesaba gran devoción. Ese día solíamos estrenar para el “largo”recorrido unas alpargatas de cáñamo con cintas de colores, que no sé bien por qué llegaban a casa destrozadas. En fin recuerdos, nostálgicos quizás de un tiempo lejano, donde de todo había menos dinero y por lo tanto, especulación y destrozos. No sé si mejor o peor. Distinto.


Ana María Mata
Historiadora y novelista

21 de septiembre de 2008

LA OTRA MARBELLA



Hoy quería hablar de una parte de la otra Marbella, la que desconocen los que solo saben de nuestro pueblo por los medios de comunicación, que hablan de corrupción, gente guapa, yates de lujo y profesiones del buen vivir. Imagino que muchos se identificarán ahora conmigo al contar que por parte de mi abuela materna todos han sido de la mar, sus hermanos y muchos de sus sobrinos. Igual es por eso, que lo llevo en los genes, por lo que no puedo pasar un día sin acercarme a las olas, y oler sus fragancias.

Aunque no los saquen ni en los diarios, ni por la tele, siguen existiendo los pescadores de Marbella. De ello puedo dar fe cada mañana y cada anochecer, viendo a las traíñas y otros barquitos más pequeños entrar o salir de la bocana del puerto, buscando el sustento con el sacrificado oficio de pescador. Quiero dedicar mi foto semanal a este gremio.


Órfilo M. Aranda.

18 de septiembre de 2008

GRACIAS A TODOS

Parece que algo tan simple como un blog se puede alimentar por si solo. Y en parte es así, pero como bien apuntan algunos comentarios, hay tanta saturación de opiniones que es difícil captar la atención de unos cuantos inquietos y más difícil aún lograr su participación.

Llevamos poco tiempo en la red y estamos sorprendidos de la aceptación lograda. Hemos empezado con tertulianos de alto nivel y esperamos aumentar la lista con otros tantos.
Solo hemos encendido las brasas y ahora es cuando realmente vamos a poner toda la carne en el asador.

Órfilo seguirá con su cámara a cuestas pero deseoso de que otros publiquen nuevas imágenes.
Peña Tú, Maru y los demás tertulianos seguirán dándonos sus opiniones.

Y como agradecimiento a quienes nos visitáis, en breve vamos a publicar la novela de Ana María Mata "MARBELLA, CIUDAD ABIERTA" por entregas, como se hacía antiguamente.

Seguid atentos.

Arturo Reque

17 de septiembre de 2008

Y VAN MIL...

¡Felicidades, blogeros! No sé si os habréis dado cuenta, pero este blog está de cumpleaños: nada más y nada menos que mil visitas ha recibido ya; en tan poco tiempo, y con lo saturada que está la Red de espacios de opinión y de comentarios, hay que felicitarse por la consolidación de esta página. En estas últimas semanas hemos tenido ocasión de leer interesantes reflexiones de vecinos de Marbella como Ana María Mata, Arturo Reque y otros que se han cobijado en originales seudónimos; también hemos disfrutado con las siempre espectaculares fotos de Órfilo, un invitado de excepción que desempeña a las mil maravillas el papel de cronista visual de nuestro pueblo.

Van mil...,y muchas más visitas que llegarán, seguro: como dijo aquél, "la belleza tiene el sabor de la eternidad". Y eso es lo que ocurre con este blog: siempre estará ahí, porque acoge todo lo bueno y bello -que es mucho- que tenemos en Marbella. Un saludo.


Peña Tú

16 de septiembre de 2008

ENTRE LA REALIDAD Y EL DESEO

Imagino que habrá muchos que conozcan la frase escrita arriba, bellas palabras que corresponden al título de uno de los poemas de Luis Cernuda. Me he acordado de ella estos últimos días cada vez que leía en el periódico ciertas noticias relacionadas con Marbella, y lo he hecho porque supongo que algo de lo que se intuye en la frase de Cernuda puede ser lo que ocurra con nuestro muy Ilustre Ayuntamiento y quienes lo forman. Me explico : Las promesas electorales, no sé quien fue el que dijo que están hechas para no cumplirlas, pero esto, aparte de ser algo ingenioso, a veces, por desgracia acaba por ocurrir. Por ejemplo, lo que atañe a la escolarización de nuestros chavales. Según la oposición, la Junta no hace más colegios porque el Ayuntamiento no le proporciona suelo ( poco va quedando, desde luego), y ellos, los que gobiernan afirman, por su parte que sí, que va a construirse nuevas escuelas, pero no nos dicen cuando ni donde. Unos por otros, y la casa sin barrer. Para colmo, los colegios existentes están algunos de ellos, en el momento en que deben entrar los alumnos, en plena acción de reforma, pintura, arreglos...etc, y así en esa situación es imposible que asistan a las clases. Es decir que tienen que quedarse en casita, esperando el final de lo que debería estar solucionado para las fechas en que estamos. Negligencia o descuido, da igual. En un caso o en el otro no es eso lo que se prometió allá por los meses anteriores a Mayo.
Otro asunto que es, cuando menos, curioso es el que trae el periódico de hoy : Parece que las dos administraciones, la que corresponde a Fomento y su delegada , y el del Ayuntamiento y su alcaldesa han firmado algo así como una especie de tratado, para entre ambos “inspeccionar” la muy necesitada obra del soterramiento de San Pedro. A buenas horas, mangas verdes. A estas alturas el soterramiento es ya algo tan antiguo, manoseado, utilizado, escrito y hablado que de haber estado hecho estaría ya a punto de necesitar una reforma, porque se habría quedado inservible y obsoleto.
No sé si los políticos están más en el deseo que en la realidad, y por eso cité a Cernuda. Pero sería bueno que se dejaran de tonterías como estas, para la galería o la foto y empezaran de una vez a hacer las cosas bien y en su momento. Los ciudadanos se lo agradeceríamos de verdad.

Ana María Mata
Historiadora y novelista

14 de septiembre de 2008

MAÑANA NUBLADA

Especiales son las mañanas nubladas, con los tonos dulces, sin estridencias, esperando al pintor, al fotógrafo, al poeta, o al simple observador. Hay quien dice que le deprime un día gris, y otros pensamos que después de mucho sol se agradece la sombra de una nube, que tanto apacigua el ánimo.

Órfilo M. Aranda.

12 de septiembre de 2008

PETER VIERTEL


El Ayuntamiento de Marbella inauguró el pasado 28 de agosto las calles Deborah Kerr y Peter Viertel.



Reproducimos aquí las palabras con las que le homenajeó Arturo Reque el día de su funeral.






Queridos amigos.

Nos encontramos aquí para despedir a nuestro querido y admirado Peter, el americano socarrón de carácter abierto y fina ironía que eligió España y en ella Marbella como la California y la Santa Mónica en los que paso su adolescencia.

Desde allá donde se encuentre estoy seguro que nos esta viendo y escuchando atento a cuanto hacemos o decimos para en algún momento mirar con ademán distraído su reloj y decir: basta vámonos os llamare más tarde. Porque Peter no podía estar por mucho tiempo en el mismo sitio excepto en su estudio. El único lugar que le retenía tecleando en su vieja maquina de escribir dando vida a sus personajes de ficción. Cuantos tuvimos la fortuna de conocerlo en su intimidad sabemos de su disciplinada y metódica forma de escribir. Si alguien le molestaba mientras escribía, pura y simplemente los mandaba a paseo en el más puro castellano. Su fiel magdalena lo sabe bien ¿verdad magdalena? Mas tarde quizás nos encontrábamos con el por las calles de Marbella en las horas que dedicaba a hacer su compra diaria. Entonces ya no era el mismo Peter que hacia poco tiempo nos había cortado el teléfono con seco: ya te llamo después. Durante su recorrido mañanero. La compra, el banco, la retirada de la correspondencia, la recogida de la prensa, el desayuno con algún amigo, Peter Viertel se transformaba en simplemente Peter sin más apellidos o apelativos. Peter para el librero, para el carnicero, para el pescadero, para todos cuantos se cruzaban con el.

Peter era un hombre singular, sencillo, sin estridencias que sufrió bastante con el cambio que padeció nuestra ciudad en los últimos años y entonces, sin protestar, cuando ya se cansaba de ver cuanto sucedía a su alrededor, tomaba las maletas y se marchaba a Klosters hasta que se le pasaba el cabreo.

Fue también un disciplinado deportista y practicó sus dos grandes aficiones el surf y el tenis todos los días, hasta: sorprenderos, un mes antes de su enfermedad. También jugaba al golf y su comentario hacia ese deporte era siempre el mismo: mañana vendo los palos. Jugando con él en Río Real sabiendo que la conversación que le pudiera dar no le hacia perder la concentración ya que le era igual hacer un doble, un triple o un cuádruple boggie, yo aprovechaba la oportunidad para hablar de cine y de su mujer Deborah. Así, de primera mano, escuche lo que es un actor o una actriz fuera de los focos del escenario.

Estando ya internado recibió la noticia de su muerte. Fue muy duro decírselo y por primera vez desde que le conozco: lloró. Hace veintitrés días de aquello.

Cuando le dejé solo en la habitación estoy seguro que se asomó a la ventana, vio en el horizonte una gran ola, busco su tabla de surf, fue en busca de ella, luchó subido a ella, hasta llegar al rebalaje y ya en la arena, exhausto cerró lo ojos y se quedó dormido. Mejor no despertarlo, está escribiendo su última novela

En nombre de la familia y muy especialmente de su hija Cristina que no ha podido acudir por encontrarse enferma en estados unidos, muchas gracias por venir a estar con nuestro querido amigo Peter.

Arturo Reque Cereijo

Marbella 4 noviembre 2007

6 de septiembre de 2008

POR LA ORILLA DEL MAR



Somos pocos los que tomamos unas bocanadas de ozono procedentes de las olas al romper en la orilla, con el silencio de la mañana, mientras la civilización aún duerme, o empieza a desperezarse.

Gracias a la adopción de nuestra perrita, he retomado los paseos diarios cercanos al mar, uno bien temprano, casi al amanecer, el otro por la noche. Y mientras despunta el alba, ya hay señoras paseando con el vestido remangado ligeramente por encima de las rodillas, para que no se los mojen las olas por donde van paseando, a la orilla del mar. Un mar que a esas horas tiene ese color verde grisáceo, que se irá avivando a medida que vaya subiendo el sol. También van llegando los pescadores con sus cañas, ocupando las zonas extremas de los espigones, con vistas a África y a Gibraltar, si la atmósfera lo permite por su limpieza.

Y qué mejor música que el rumor de esas olas, llegando una tras otra, invitando a entrar dentro de su reino, fresco y limpio. Mientras, algún que otro deportista con la bicicleta, o a la carrera, con unos auriculares que no les permiten oír el mar, la música apaciguadora que nos otorga Neptuno de forma gratuita y no contaminante.

Invierno mejor que verano para fotografiar el mar y el cielo, con una luz mucho más dulce y agradecida. También para que mi mascota pueda correr detrás de las gaviotas sin molestar a bañista alguno, mientras mi espíritu vaga por las profundidades de esas aguas grises, sin pensar en otra cosa que no sea respirar pausadamente, recibir el aire frío en el rostro, y oír, oír todo lo que el mar quiere contarme.

Órfilo M. Aranda.

4 de septiembre de 2008

MARBELLA Y SU DINERO

Hace unas semanas el Tribunal de Cuentas dio a conocer lo que podríamos llamar el Debe y el Haber del Ayuntamiento de Marbella. Concretamente el “Debe”, porque, su opuesto, como sabrán exhaustivamente, es tan escaso que mejor haríamos en llamarlo inexistente. A pesar de que el conocimiento siempre será mejor que la ignorancia, debo decir que lo dado a luz pública por el citado Tribunal ha producido en algunas personas (entre las que me cuento) una doble sensación que va del estupor a la indignación, ganándole la partida esta última. El rumor popular, desgraciadamente tan poco eficaz, ya nos había hecho saber que lo ocurrido en nuestra ciudad en los pasados quince años era casi imposible de cuantificar. Pues bien, ahora lo hacen con cifras que prefiero no exponer, más el añadido de las causas -al menos algunas de ellas- que dieron lugar a lo que sin eufemismos debe llamarse robo descarado e infame. Entre ellas destacan las facturas realizadas por obras inexistentes, los anteproyectos y proyectos de idéntico calado y un elevado número de gastos justificados bajo tantas mentiras y de tan absurdo nombre que más parece un relato infantil de terror, si no fuera porque dentro de ello va la totalidad del dinero de un pueblo y sus habitantes. Sólo una pregunta : ¿Qué hacían mientras tanto nuestros políticos de las siglas que fueren? Dirán que poner denuncias que durante 15 años no dieron resultado. ¿Qué hacía, entonces el Tribunal al que correspondiera con dichas denuncias? ¿Qué hacía el pueblo además de rumorear por lo bajito y en forma de cotilleo?. Mientras, si conozco lo que dicen y comentan fuera de nuestra ciudad : Que sólo a un pueblo ignorante y pleno de desidia pueden engañarle de esas manera. No puedo refutar esa afirmación. Pero si exponer que para qué nos valen políticos, jueces y hasta el mismísimo Tribunal de Cuentas si durante todos esos años han mirado para otro lado permitiendo que las cifras alcanzasen tamaño descalabro.
Ante un hecho de esa envergadura hubo de tomarse las medidas más extremas (llegado el caso si me lo permiten, hasta un levantamiento popular) con tal de que el robo no tuviese lugar, o, fíjense, al menos, nos hubiese dejado para hacer unos cuantos colegios, residencias de ancianos o bibliotecas.
Cada vez que oigo al político de turno decir que estamos sin un duro, además de pensar cual fue su actuación mientras nos esquilmaban, siento un nudo estomacal formado por la indignación y la vergüenza de ser tomada por una ciudadana idiota.
Como no puedo anular los estamentos constitucionales, me conformo y confieso que no votaré más a partido político alguno. ¡Para lo que sirven!

Ana María Mata
Historiadora y novelista.
1 septiembre 2008

1 de septiembre de 2008

ESPERANDO A ANA MARÍA MATA

Empecé a impacientarme cuando me enteré de que Ana María Mata estaba escribiendo un libro sobre Monseñor Rodrigo Bocanegra. Después de haber leído todos los libros de esta escritora de Marbella, como yo, sé que haré un viaje a través de sus páginas por el pueblo en el que tuve una feliz niñez, en tiempos de jugar al pañuelo, las bolas, y a la pelota en mitad de la calle, sin riesgo de ser atropellado por alguno de los escasos vehículos de los años 60.

Del protagonista de la novela conservo los recuerdos de mi Primera Comunión, de la misa de domingo, que jamás me perdí. Supe de su buen hacer ayudando a todo el que se le acercaba, y de cómo la gente del pueblo se lo agradecía con pequeños obsequios de los de antes, con lo que se podía, como era un gallo de campo, pescado, o algo de lo que
buenamente se dispusiera para agradecer la buena voluntad del párroco.

Como aprendí de muy
pequeñito a leer, ya que mi madre era maestra de escuela, como se decía antes, y me contagió junto con mi padre a leer todo libro que caía en mis manos, conocí muy pronto el camino a la librería de Matita, que por aquellos entonces era también el lugar donde se compraban los lápices, gomas, cuadernos de Rubio, y todos los enseres necesarios para la escuela. El paseo me lo daba solito, muy niño, por unas calles cuyas viviendas mantenían las puertas abiertas sin llave alguna.

Bueno, a lo que íbamos; que ese libro vea pronto la luz. Estoy seguro de que me absorberá como todos los que me he leído de la autora. Y me hará ver la cara de Tita
Encarnita, como llamábamos a la señora que nos enseñaba a dar los primero pasos por la cultura, en el colegio Virgen del Mar, en Huerta Grande; me llevará a la misa de domingo acompañando a mi tía Isabelita; al colegio Ecos, cuando era de los jesuitas, y no constituía ningún tipo de delito un buen coscorrón por travieso.

Órfilo Aranda